No soy tu amiga, ¡Soy tu Mamá!



Por: Fernanda Viteri

La relación de madres e hijos es muy importante, jugamos, nos divertimos, reímos y la pasamos de maravilla, pero a pesar de tener una hermosa relación no somos amigos. Y como madres nos preguntamos: ¿Por qué no puedo ser amiga de mi hijo o hija? La respuesta es muy sencilla, nosotros como madres tenemos la obligación y la responsabilidad de poner límites, de enseñarles lo que está bien y lo que está mal, que sepan tratar con respeto para que exijan respeto.

Ser madre no es fácil, ya que cuando establecemos límites y autoridad muchas veces nos llaman “malas”, escuchamos “te odio”, “ya no te quiero”, “tu no me quieres”, términos muy fuertes que vienen del enojo del momento pero que realmente no las sienten. Un llanto desconsolado, un puertazo o un empujón con rabia son evidencia de que las cosas estamos haciendo bien y que no debemos preocuparnos. 

No siempre vamos hacer la persona favorita de nuestros hijos. Ellos tienen derecho a estar molestos porque no pueden hacer lo que quieren, llorarán y gritarán, lo importante es aprender a manejar emociones.

Para educar tenemos que decir que No y muchas veces… Tenemos que poner horarios, poner reglas, aunque sabemos que eso, a ningún niño ni adolescente le va a gustar. Ser mamá no es una profesión fácil, van a haber muchas cosas difíciles que debemos hacer, pero que finalmente traerán frutos. Todo gran trabajo es recompensado. 

Algún día nuestros hijos tendrán la edad y la madurez suficiente para entender, pero por ahora tenemos que ser firmes en la decisión que se toma a pesar de escuchar “mala”, porque no les damos todo lo que quieren ni tampoco les dejamos hacer lo que ellos quieren.

Ya pasaremos por otra etapa de la vida en que seremos grandes amigas de nuestros hijos, pero por ahora dependen de nosotras para justamente enseñarles a valerse por sí mismos y a hacerlo de la mejor manera posible.


Por eso como madres debemos decir: Te amo, te quiero y te adoro pero hoy no soy tu amiga soy tu mamá!

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