Cómo fortalecer la relación entre hermanos.




Por: Ruth Quinga B.


Recordemos que las habilidades sociales se cultivan  en casa como:

El saludar dando la mano o con un beso, escuchar mirando a los ojos cuando me hablan, pedir Permiso para pasar o ceder el paso, decir Por favor para pedir algo, enunciar un ¡Gracias! cuando recibo ayuda y ¿Disculpe? si necesito urgentemente interrumpir a alguien, entre otros modismos.

Todo ello lo adquirimos en la convivencia familiar con amor y respeto porque soy un ser importante y los demás también son importantes para mí.  En la infancia se experimenta el “YO” recibiendo la atención de quienes nos rodean, pero cuando llega un nuevo miembro a la familia podemos sentir que se ha perdido el lugar que poseíamos; en ese momento intervienen los adultos que guían en actividades para crear un vínculo afectivo con el hermano menor recordando que fueron las mismas acciones o atenciones que él recibió a esa edad y ahora él puede aportar como: masajear el vientre de mamá para sentir al bebé, ayudar a doblar la ropa porque ayudas a mami, escuchar cuando llora y hablar en un tono suave para calmarlo, colocar el pañal dentro del tacho de la basura, etc.

Los padres no pueden olvidar: dar un tiempo especial con cada niño/a, corregir a sus hijos por separado y No frente a alguien,  jugar con sus hijos respetando los horarios, declarar Bendición sobre sus vidas (elogiar) en público, motivar con frases “Tú puedes hacerlo”; orar con sus hijos al levantarse, al comer, al salir de casa y al dormir. El niño se siente acompañado y vive  su proceso de crecimiento con los cambios naturales pero el vínculo con su familia y en especial entre hermanos se fortalece  porque los dos son amados.




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