Hay una clarísima diferencia entre las personas que leen en inglés y las que no. Esta es la norma general para todo tipo de edades, pero en el caso de los niños esta diferencia es aún mayor. Y por si fuera poco, en el caso de los niños de hasta 16 años, es incluso más importante que lean en inglés con el objetivo de que cojan esa base que necesitan y que tan bien les va a venir en años posteriores.
Un niño que lee en inglés:
1. Aprende vocabulario más rápido, ya que se acostumbra a aprender nuevas palabras.
2. Comete muchas menos faltas ortográficas, ya que está acostumbrado a ver las palabras escritas.
3. Se expresa mejor en inglés: no repite palabras, conoce distintas expresiones, etc.
4. Le cuesta mucho menos trabajo aprender las normas de gramática, ya que desde pequeño ha convivido con ellas.
5. Le cuesta mucho menos trabajo la pronunciación y el listening, ya que aprendió las palabras desde pequeño y realizó actividades como la lectura en voz alta.
6. Se siente más motivado a perfeccionar el idioma, ya que todo el proceso le ha resultado más sencillo que al resto de compañeros que no han leído en inglés.
7. Hay más probabilidades que aprenda un tercer idioma como el francés, ya que conoce cuales son las claves para aprender desde cero una nueva lengua.
8. Por supuesto, tiene mejor comprensión lectora.
Por lo tanto, ahora que cada vez más colegios son bilingües o imparten asignaturas en inglés, y que el mercado laboral exige un nivel de inglés exquisito, la mejor inversión que se puede realizar a temprana edad es leer libros en inglés. Para aprender “ahora” y para ayudarles a que les cueste menos esfuerzo a aprender “mañana“.
¿Puede aprender inglés alguien que nunca ha leído un libro en esa lengua? Sí. Pero le costará mucho más esfuerzo y nunca tendrá el mismo nivel.
Por eso sin duda, merece la pena que empiecen a leer cuanto antes.
2. Como motivar a los niños a leer libros en inglés
Está demostrado cómo cuanto más leen los niños, mayor interés tienen por leer. Por lo tanto, si acostumbramos al niño a leer desde muy pequeño, mayor facilidad tendrá de continuar leyendo en edades posteriores.
La clave está en relacionar la lectura con actividades o momentos divertidos, sobre todo en las edades más tempranas. Luego cuando son más mayores, la clave está en el contenido del libro, por lo que la buena elección de este será crucial.
En el caso de bebés, los padres pueden proponer actividades sencillas como escuchar cuentos que despierten en ellos la motivación leer. También es recomendable hacer juegos con los propios libros relacionados con las ilustraciones y las nuevas palabras aprendidas.
En edades más avanzadas, una buena idea es fijar un rato de lectura fijo todos los días donde el niño y el adulto pueden leer en voz alta a la vez o intercalando párrafos, o tras leer un capitulo el niño puede contar a los padres lo que ha leído.
Por último, a partir de 10 años, lo mejor es elegir libros que despierten el interés del niño como por ejemplo dinosaurios o princesas y compaginarlo con actividades relacionadas. Por ejemplo visitar un museo sobre dinosaurios.
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