Anita Merino
Los temidos berrinches, los cuales inician en esa edad tan
hermosa de tu pequeño; si no le ayudas, durarán eternamente.
Entonces te preguntas: ¿Qué estoy haciendo mal?
En el mundo actual, rodeado de afanes, de prisas, de
tecnología, y en donde el trabajo requiere más de ti y de tu tiempo; tu solo
aspiras a que todo sea perfecto, que tu amado tesoro lo tenga todo y sea el ser
más feliz sobre la tierra. Pero de pronto te encuentras con la realidad, en la
que te llenas de nervios y ansiedad tratando de adivinar el porqué de su
berrinche. Será que está enojado, asustado, o simplemente no sabe que quiere.
Es cuando debes tomarte un momento, respirar, y por un minuto sumergirte en su
pequeño mundo.
1.-Trata de darle otra dirección a su atención. Si empieza
un berrinche, llora y grita por un juguete, acércate y susúrrale al oído: -
“mira, allí está tu fruta favorita, vamos, acompáñame a buscarla”-. Consigue
que su mirada fije otro objetivo específico y alcanzable al momento.
2.- Si es por un alimento que le gusta mucho, por lo general
una golosina, dale una explicación clara sobre el porqué no se lo puedes dar en
ese momento. Ellos necesitan una explicación. Si está llorando, o peor se ha
lanzado al piso; acércate con voz suave y cántale su canción favorita y dile:
“amor, el chocolate te lo daré después, que tu barriguita haya comido algo
saludable primero para que tengas mucha energía para jugar”.
3.- Si continúa con sus gritos, se firme y dile: “he dicho
que no”, o “he dicho luego”. Debe saber que tú eres la autoridad, y que no
conseguirá nada de ti con esa actitud; tómalo de la mano con amor y dile: “no
más”.
4.- Mantente firme, recuerda que ellos miden nuestro límite.
Son asombrosamente inteligentes, y poco a poco se calmarán.
5.- Vuelve a explicarles por qué no, y por qué luego. No pierdas la calma, ellos
entenderán y comprenderán que no van a poder obtener lo que desean con
berrinches, y terminarán dándose por vencidos.
Por último, y muy importante, hazlo todo con mucho AMOR, que
sepa que siempre estarás allí para ayudarlo, pase lo que pase.
Al final el mismo te dirá: “mami primero comeré todo y luego
me darás una golosina, ya”.
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