Por: Margarita López
La estimulación temprana se ha convertido en una gran
necesidad para el correcto desarrollo de los niños, ya que ofrece la
posibilidad de un desarrollo cerebral en el niño completamente ilimitada a
partir de los 0 a 6 años de edad.
Por este motivo es necesario recalcar la importancia de la
estimulación en el desarrollo de sus facultades a temprana edad. No se puede
olvidar que esta etapa de la vida es fundamental, hasta el punto de marcar para
el futuro de la evolución del niño o niña. Durante esta etapa depende la
correcta estimulación y el desenvolvimiento de la persona durante toda su vida.
Para elegir un centro de estimulación temprana se debe tomar
en consideración algunos propósitos:
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- Ofrecer un entorno estimulante, donde el niño sea libre de desarrollar sus capacidades y saberlas encaminar para que las pueda aprovechar al máximo
- Convertir la enseñanza en un placer, por medio de juegos como base metodológica y realizando rincones de juegos que brinden al niño la oportunidad de descubrir, explorar y comunicar; los mismos que le permiten desarrollar la creatividad y adquirir experiencia para poder solucionar problemas y tener la capacidad de pensar por sí mismos
- Enfocar las diferentes técnicas de estimulación para un desarrollo integral del niño enfocados en conseguir los objetivos y evaluar el crecimiento. Así también establecer programas estructurales de autonomía en el niño.
- Exponer al niño a un segundo idioma ofreciendo el beneficio de una mayor diversificación de la estructura de la inteligencia para desarrollar la flexibilidad del pensamiento y favorecer la fluidez y originalidad verbal.
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Con estos propósitos y un buen programa de
estimulación se podrá elegir un centro de estimulación temprana de acuerdo a
nuestras necesidades y se adapte a nuestras exigencias.
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