Por: Alain Morán
Si piensas que el éxito de tu
hijo en la escuela solo se basa en las calificaciones que obtiene, es tiempo de
que leas estos útiles consejos. Lo más importante en la escuela no son las calificaciones,
sino aprender a llevarse bien con otros y desarrollar habilidades sociales que
le servirán a nuestros niños para manejar situaciones y enfrentar retos en la
vida de una manera creativa. Es por eso que lo primero en lo que debes
enfocarte es en ayudar a tu hijo a ser exitoso no sólo académicamente, sino
también socialmente.
¿Cómo podemos enseñarles a nuestros hijos habilidades
sociales?
·
Establece rutinas y horarios regulares para las
actividades en el hogar: Hora de cenar, para jugar, para realizar los deberes,
de lectura y descanso. Se estable y regular eso ayudara a tu hijo a sentirse
seguro, a ser organizado e independiente. La mayoría de niños se desarrollan en
estructuras y responderán bien a las rutinas que los ayudan a organizar sus
días. Las rutinas pueden ser diferentes, pero la clave es hacer lo mismo todos
los días para que tu hijo sepa qué esperar. Elije una hora de dormir que le
dará a tu hijo suficiente sueño y proporciónale un desayuno saludable todas las
mañanas. Promueve la práctica de ejercicios físicos y limita la cantidad de
tiempo que pasa viendo televisión, jugando videojuegos o usando la computadora.
·
Fomenta el desarrollo de la empatía en tu hijo,
recuerda que él es un ser social y necesita interactuar con el mundo que le
rodea para desarrollarse de manera positiva. Desarrolla en él la habilidad de
ponerse en los zapatos de otros. Ser más sensible no lo hace más débil, por el
contrario lo hace más humano y más capaz a la hora de enfrentar las
experiencias en la vida. Enséñale a
reconocer y expresar sus emociones y sentimientos, sean positivos o no, que
sean capaces de manifestarse de una manera equilibrada y respetuosa sin herir a
otros o sin refugiarse en la autocompasión.
·
Establece reglas básicas de conducta: no pegar,
no patear, no morder, no escupir, y no herir a otros ni siquiera con palabras. Has
que siga las reglas y apégate a las consecuencias cuando sea necesario, se
dulce pero también firme cuando lo requiera.
·
Ayuda a tu hijo a desarrollar independencia.
Cuando los niños adquieren habilidades y se convierten en personas
auto-suficientes, ellos se sienten más seguros de sí mismos. Verás su autoestima
despegar. Enséñale a escoger su ropa, a vestirse solo, a atar sus propios
zapatos, a empacar su colación para la escuela, a ajustar sus propios
despertadores y a que ordene sus libros y se organice. Permítele alimentarse
por sí solo y hacer su tarea y proyectos solo. Es mucho más sano decirle a un
niño que revisarás su trabajo cuando él termine en vez de sentarte a su lado y
corregir las respuestas a medida que avanza. Los deberes y proyectos no
deberían ser tarea de los padres. Haz que tu hijo ayude en la casa y asuma
responsabilidades en vez de ser atendido. Designa un lugar donde tu hijo pueda
mantener en orden los artículos que necesita todos los días para la escuela,
asi sabrá de inmediato dónde encontrar todo durante las prisas de la mañana. Un
espacio diseñado para las tareas con frecuencia facilita y hace más divertido
que los niños terminen sus tareas en casa de manera independiente. Un
escritorio es maravilloso, pero un ordenador para suministros o un pequeño espacio
reservado para este fin también ayuda.
·
Crea una alianza con los profesores de tu hijo.
Si hay alguna situación especial en casa, no esperes que el/la maestro/a se
entere a través del mal comportamiento de tu hijo en clases o por no ser capaz
de mantener el ritmo en la escuela u obtener malas calificaciones.
Acércate a
los maestros de tus hijos antes de que tu hijo llegue a la "hora
cero". Cuando un pariente se enferma, o hay algún problema de salud,
financiero, trastorno matrimonial, problemas con hermanos, o cualquier otro
factor generador de estrés para tu niño, será sabio reclutar al maestro de tu
hijo y transformarlo en tu aliado. Sin dudas los maestros harán un esfuerzo
adicional, ellos están aquí para ayudar a tus hijos a desarrollarse de la mejor
forma posible. Crea una alianza para juntos trabajar en armonía y solucionar el
problema.
·
Siempre dedica tiempo a tus hijos. A veces
notamos que algo no anda bien pero decimos estar muy ocupados y simplemente no
prestamos la debida atención. Abre tus ojos y observa si el niño está triste,
distante, malhumorado o enojado. No permitas que los problemas de tu hijo se
acumulen y crezcan. Habla con él cada día cuando regresa a casa, a la hora de
la cena y cuando lo recoges de la escuela. Míralo y haz contacto visual
mientras mantienes una conversación. Habla con tu hijo en el tono y con las
palabras que te gustaría que él utilizara con otros. Expresa tu amor siempre,
sin importar nada más.
Algunos días pueden ser duros y algunos niños parecen
más desafiantes que otros, pero al menos sabremos que hemos cumplido con
nuestro deber al ayudar a nuestros hijos a navegar por el camino de la vida de
forma exitosa.
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