A lo largo del camino como profesional muchos padres me han
preguntado cómo hacer que sus hijos logren entender las matemáticas e incluso
los niños me han dicho que no les gusta las matemáticas porque consideran que
es difícil, pero lo que no saben es que nosotros todos los días realizamos
operaciones matemáticas sin darnos cuenta en el transcurso de nuestra vida y es
por eso que la mejor recomendación para los padres es que sin que se den cuenta
sus hijos que los están ayudando hacerlo con sosas cotidianas como:
1.
Muchas veces los niños desean algo y puede ser
una golosina o ir al cine en fin, cada vez que se encuentren con una operación
debemos hacer que ellos reflexionen la respuesta. Ej. Vamos al cine entre dos
adultos y un niño y la entrada para adultos cuesta 7 dólares y de niños 3
¿Cuánto debemos pagar? Y si tienes un billete de $20 ¿Cuánto nos debería dar de
vuelto? O simplemente comprar en un supermercado le ayudará mucho.
Tal vez la mamá se encuentre cocinando y le
dice a su hijo si le puede ayudar poniendo dos cucharadas de sal o pasándole
tres zanahorias y buscar cinco vasos de arroz. Ese tipo de situaciones
cotidianas ayudan mucho a fortalecer esa inteligencia.
2.
Por otro lado debemos descubrir que juego le
gusta más a los niños y en caso de ser legos, jenga, pistas o canicas es muy
positivo porque eso le ayudará a tener una mejor ubicación espacial,
clasificar, ordenar, contar y medir de forma indirecta.
Por: Alejandro Olivo
3.
Lo que debemos evitar es la sobreprotección que
tenemos con los chicos y ayudarlos sin darles responsabilidades como: guardar
sus juguetes, ordenar su cuarto, colocar la ropa en un solo sitio, al hacerlo
por ellos no les estamos ayudando, además no dejamos que puedan resolver
problemas de la vida cotidiana en forma independiente.
4.
Respetar que aprenda a su ritmo ya que estamos
inmersos en la era de la prisa, de los resultados numéricos, del subirse al
tren para no perderlo.
Nos llegan informaciones contradictorias: por
un lado nos dicen que las primeras edades son las más importantes para el
aprendizaje y que cuanto antes se empiece un aprendizaje mejor. Así corremos a
apuntar a nuestros hijos a inglés, natación o yoga sin pensar si en ese momento
lo que más necesita nuestro hijo es aprender inglés o aprender a nadar. No
todos son iguales y debemos reconocer el ritmo de aprendizaje que tienen cada
uno de sus hijos y apoyarlos en todo siempre.
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