Impartir la disciplina es una obligación de todo padre. Sin
embargo llevarla a la práctica no siempre es posible. De hecho, para los padres
permisivos, la disciplina está lejos de ser una de sus fortalezas. Sin embargo
la disciplina y los límites son imprescindibles para ellos.
1.
Los niños sin límites pueden tener problemas de
conducta. Aunque los niños crezcan con libertad (y consideramos que esto es
sumamente necesario y positivo para ellos), la falta de límites a tiempo puede
generar que ellos crucen el límite entre la libertad de expresión y la
desubicación.
2.
La permisión de los padres puede desembocar en
que los niños no aprendan habilidades sociales y resuelvan problemas por ellos
mismos. Esto desencadena en adultos dependientes emocionalmente hablando.
3.
Por la falta de límites los niños pueden llegar
a tener problemas de autoestima o ser niños inseguros. Es importante recordar
que muchas veces los mismos niños tienen actitudes que “ponen a prueba el
límite de los padres hacia ellos”. En otras palabras ellos mismos están pidiendo
límites implícitamente.
4.
Desorganización por la falta de límites. A
menudo la carencia de límites de los padres permisivos lleva a una
desorganización psíquica y emocional por parte de los niños. Asimismo esto
puede desembocar en comportamientos perezosos o sin conciencia de los que son
las responsabilidades.
5.
La falta de límites también puede producir que
los niños se conviertan en niños caprichosos, impulsivos e inmaduros.
educapeques.com
Comentarios
Publicar un comentario