Idiomas extranjeras ya no son
consideradas como una opción trivial (Blaz, 1998). Nadie duda de la importancia
de poder comunicarse en varias lenguas extranjeras en el mundo actual. Por lo
tanto, si queremos facilitar que nuestras futuras generaciones puedan
integrarse en este mundo cada vez más globalizado, debemos proporcionarles la
herramienta básica para esto: el conocimiento adecuado de una o más lenguas
extranjeras (Luisa Pérez Canado y Daniel Madrid, Porta Linguarum 2, de junio de
2004).
En general se acepta que el inglés
es ahora el idioma primario de comunicación internacional, el idioma principal
que los estudiantes deben aprender sin menoscabo de la conveniencia de estudiar
otras lenguas extranjeras.
De acuerdo con el periódico El Telégrafo
de fecha enero de 2014, 52.000 ecuatorianos tomaron una prueba virtual
de Inglés aplicado por Inglés En Primer Lugar, una compañía internacional
especializada en la enseñanza de idiomas; una puntuación de 46.90 sobre 100
coloca al Ecuador como número 48 de 60 países con uno de los indicadores que
muestran una falta de interés por la lengua.
El gobierno ecuatoriano sabe que
para que su gente sea competitiva en nuestro mundo globalizado, la capacidad de
comprender, hablar, leer y escribir en inglés es imperativa. Por lo tanto, la
necesidad de incorporar exitosamente al inglés en el plan de estudios del
sistema educativo en el momento propicio debe ser el objetivo de cada educador
y padre de familia tomando en cuenta que el cerebro absorbe y produce lenguaje
con mayor facilidad hasta los 12 años.
La motivación para aprender la
segunda lengua proviene de tres elementos: En primer lugar, el individuo
motivado hace un esfuerzo por aprender el idioma. En segundo lugar, el individuo
motivado desea lograr el objetivo. En tercer lugar, el individuo motivado
disfrutará de la tarea de aprender el idioma.
El punto es que el individuo
verdaderamente motivados demuestra tres elementos: el esfuerzo, el deseo y el
afecto positivo (Dörnyei, 2003), por lo tanto la motivación es, un concepto
importante. Los estudiantes con las actitudes más positivas hacia el
aprendizaje de inglés no sólo están muy motivados, pero también aprenden de
manera más efectiva.
Otro punto importante es la
participación de los padres, ya que es fundamental en el proceso educativo. Su
colaboración ha sido significativo; siempre se les ha enseñado que la
responsabilidad no es de uno solo, sino de tres: el padre, el maestro y el alumno.
Está estadísticamente comprobado que los estudiantes con padres dedicados a su
educación, tienen mucho mejor rendimiento. Es decir que si los padres muestran
a sus hijos la importancia del
aprendizaje de inglés, los niños estarán mucho más motivados, se esforzarán más
y tendrán una actitud positivo para aprenderlo.
En conclusión, la importancia
tanto de aprender inglés como motivar su aprendizaje en nuestro mundo
globalizado es indiscutiblemente necesario para un futuro exitoso de los
ecuatorianos, especialmente para los niños.
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