En muchas ocasiones los padres
buscan asesoramiento profesional cuando la disciplina que utilizan con sus
hijos no parece que funcione. Es posible que existan problemas en la escuela,
mal comportamiento en casa o comportamientos disruptivos que hacen que la vida
sea un caos para ti o para quienes os rodean. Un experto intentará comprender
la dinámica de la familia para identificar qué es lo que está pasando.
Pero si te haces las preguntas
correctas, tú también puedes identificar qué es lo que ocurre para explorar
nuevas estrategias y mejorar la disciplina en el hogar, con una base llena de
respeto, amor, comunicación y confianza. Estas son las preguntas que debes
hacerte.
1. ¿Tengo unas expectativas
apropiadas?
Tus hijos pondrán a prueba tus
límites, incluso si la disciplina que empleas es la correcta. En cambio, si tus
expectativas son inapropiadas esto minará tu autoridad y no cambiará el
comportamiento inadecuado.
En este sentido primero tendrás
que informarte sobre el desarrollo y psicología infantil para asegurarte de que
tus expectativas son realistas con la capacidad que tienen tus hijos. Los niños
de dos años por ejemplo, tendrán rabietas porque aún no tienen el lenguaje
totalmente desarrollado, y esto es normal. Los adolescentes tendrán un comportamiento
rebelde porque buscan su identidad, y esto también es normal.
Si aprendes sobre desarrollo
infantil podrás identificar estrategias adecuadas para tus hijos y además, ser
consciente de las necesidades cambiantes que pueden tener. En todos los hogares
se necesitan reglas y normas adecuadas según la edad que tengan los hijos.
2. ¿Es una disciplina
consistente?
La disciplina solo funcionara si
es consistente. Esto significa que tendrás que cumplir las consecuencias
siempre porque si no lo haces, tus hijos no se harán responsables de su propio
comportamiento. Necesitarás ser consistente, paciente y realista.
3. ¿Estoy haciendo algo para
reforzar el mal comportamiento?
En ocasiones y sin que los padres
se den cuenta, pueden estar reforzando en mal comportamiento a través del
refuerzo negativo. La atención puede ser un gran refuerzo para los niños,
incluso si se trata de una atención negativa. Para evitar las luchas de poder y
las conductas de búsqueda de atención, ignora el comportamiento negativo en
lugar de responder y reforzarlo negativamente a través de la atención. Es mejor
reforzar de forma positiva el buen comportamiento con tu atención.
4. ¿Hay alguna forma de motivar
el buen comportamiento?
La gran mayoría de los adultos no
irán a trabajar si no les pagan un suelo, ¿verdad? Pues los niños no aceptarán
un cambio si no hay algún tipo de incentivo que les motive a hacerlo. En lugar
de centrarte únicamente en consecuencias negativas cuando tus hijos tienen mala
conducta, es mejor y más eficaz ofrecer consecuencias positivas por el buen
comportamiento. Una tabla de puntos es una idea excelente para que los niños se
sientan motivados a tener buenos resultados por un incentivo final.
5. ¿Se pueden enseñar nuevas
habilidades de comportamiento?
Sí, a través de tu ejemplo.
Algunos problemas de conducta aparecen a causa de que los niños tienen déficits
de habilidades. Si por ejemplo un niño no sabe poner palabras a sus emociones
ni expresar cómo se siente, cuando se enfade es más probable que se comporte
con agresividad. Es necesario trabajar las emociones con uno mismo para
después, poder enseñar a los hijos un buen entendimiento y manejo de los
sentimientos.
Ten en cuenta que tu forma de
educar a tus hijos deberá ser conocida por otros adultos y cuidadores de ellos.
Es necesario que exista un esfuerzo coordinado para trabajar la buena conducta
con los hijos. Sé consistente con las reglas y las estrategias educativas que
empleas en la educación de tus hijos, y si tienes dudas… Siempre puedes buscar
el asesoramiento familiar de un psicopedagogo.
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