Reserve algo de tiempo para
hablar de la escuela
Dado que los adolescentes pasan
mucho tiempo fuera de su casa —en la escuela, en actividades extracurriculares,
en trabajos, con sus compañeros —mantener una buena comunicación con ellos
puede ser difícil para los padres o tutores. Si bien la vida de los estudiantes
de la escuela superior se centra en las actividades de la escuela, en intereses
nuevos y en un círculo social más grande, los padres y los tutores siguen
siendo los pilares que proporcionan amor, consejo y apoyo.
Haga un esfuerzo todos los días
para hablar con su hijo adolescente, de manera que él sepa que usted le da
importancia a lo que ocurre en la escuela. Cuando los adolescentes saben que
los padres están interesados en sus vidas académicas, tomarán en serio la
escuela.
Ya que la comunicación debe
ocurrir en ambas direcciones, la manera en la que escucha y le habla a su hijo
adolescente, influencia la manera en la que el niño escucha y responde. Es importante
escuchar con atención, mirar directamente a los ojos y evitar hacer otras
tareas mientras conversa con el niño. Recuerde hablar con su hijo, no a su
hijo. Y asegúrese de no solo hacer preguntas que se respondan con un
"no" o un "sí".
Los momentos ideales para hablar
con su hijo, además de durante las comidas en familia, son los viajes en
automóvil (aunque obviamente no habrá contacto visual aquí), los paseos del
perro o mientras espera en fila a ser atendido en un negocio.
Cuando los adolescentes pueden
hablar abiertamente con sus padres, los desafíos de la escuela superior serán
más fáciles de resolver.
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