Como decíamos en “Ventajas de aprender inglés“, la niñez es
la mejor época para aprender otros idiomas. No obstante, no debemos olvidar que
para los niños aprender inglés o cualquier otro idioma también supone un
esfuerzo considerable y que no es algo que se aprenda de un día para otro por
arte de magia.
Hay que tener en cuenta que cada niño tiene sus propias
limitaciones y que necesitan un tiempo para cada proceso de aprendizaje.
A la hora de aprender un idioma, la motivación siempre es un
factor esencial, y en el caso de los más pequeños aún más. Si los pequeños se
sienten presionados, acabaran con importantes bloqueos en el idioma y poca
predisposición y por tanto será difícil que disfruten con el aprendizaje.
Por ello, conseguir que el proceso sea divertido y
estimulante será fundamental. Pero, ¿cómo conseguirlo?
Utilización de imágenes
Los dibujos son muy importantes para introducir a los más
pequeños en otro idioma con una buena predisposición, ya que lo verán como un
juego. Además, se les puede motivar realizando juegos con sus personajes
favoritos y buscando que repitan lo que oyen.
Lectura en inglés
Las historias infantiles son una muy buena manera de que los
niños presten toda su atención. Cuando los más pequeños se sienten en la piel
de los protagonistas de un cuento, muestran un interés especial y se sumergen
en la historia. Por tanto, es una vía muy buena para que entren en contacto con
el inglés y lo interioricen poco a poco.
Asistencia a clases infantiles de inglés
Si queremos que nuestros hijos aprendan inglés
correctamente, la inmersión total en el idioma es requisito indispensable. Para
ello existen cursos en los que sólo se hablan en inglés y que ayudan a los niños
a acostumbrarse a escuchar otra lengua y hablarla, asociándola siempre a las
mismas personas. Aunque al principio sea complicado y les cueste trabajo,
tendrán que adaptarse para poder participar en los juegos y actividades. En
estas clases, los profesores nativos angloparlantes marcan la diferencia.
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