La estimulación temprana o atención temprana infantil se
basa, sobre todo en la repetición, a la que los expertos denominan unidades de
información o bits. Del mismo modo que aprendemos a decir mamá o papá,
repitiendo lo que nos dicen una y otra vez, podemos también aprender a leer,
lograr un pensamiento matemático, e incluso desarrollar aspectos sensoriales y
sociales.
La repetición sistemática y secuencial de estímulos o
ejercicios, y de actividades con base científica, refuerzan las áreas
neuronales de los bebés. Durante la estimulación, no solo se potenciará
adecuadamente el desarrollo motriz, cognitivo, social y emocional del bebé,
sino que también se ampliará su desarrollo individual, sus capacidades, su
predisposición y su ritmo.
Métodos de cómo estimular a un bebé
Cada niño es único y diferente, y los padres lo deben tener
muy en cuenta a la hora de estimularle. El bebé deberá vivir libremente esta
experiencia y no como una obligación. Jamás se deberá forzar al niño a que haga
alguna actividad para la que él no esté preparado ni suficientemente
estimulado. El bebé debe sentirse libre y motivado para mantener siempre una
buena autoestima durante todo el proceso de aprendizaje.
Por esta razón, los padres deben respetar su desarrollo
individual, evitando comparaciones y presiones sobre su hijo. Los padres
también aprenderán y crecerán en su tarea de padres durante la estimulación de
su hijo. Antes de empezar con la estimulación del bebé es importante que ellos
conozcan las etapas de desarrollo de un bebé para que puedan presentarle los
estímulos y las actividades adecuadas a su edad y capacidades.
La estimulación del bebé y el vínculo emocional
La estimulación empieza con actividades de contacto con el
bebé. Se reforzará el vínculo emocional, afectivo, a través de masajes y estímulos
sensoriales, entre padres e hijo. A partir de ahí se dará inicio a las
actividades de motricidad gruesa, fina, de concentración y de lenguaje. El
juego es una efectiva herramienta de estimulación para los bebés. A través del
juego, los padres pueden observar el comportamiento de su hijo y conocer sus
necesidades, deseos, gustos, e inquietudes.
En la estimulación temprana se debe buscar el equilibrio.
Por eso, debe ser integral, tanto física como intelectual. Si un niño solo
aprende a jugar con la pelota y no está adecuadamente estimulado en la lectura,
por ejemplo, será un genio en el deporte, pero se sentirá incapaz de leer un
libro. La estimulación temprana debe circular por todos los caminos: físico,
intelectual, emocional, en todos.
Otra cosa es que al niño se le dé mejor la lectura que jugar
al baloncesto. Eso ya será una opción personal del niño y se debe respetar. En
todo caso, la estimulación debe, a través de experiencias y habilidades, crear
la motivación en los niños. Niños motivados son niños felices. Si los padres
optan por la estimulación temprana, deben tener claro que esta decisión les
exigirá una cierta dedicación al día. Muchos padres opinan que es muy efectiva
y provechosa, por lo menos en lo que se refiere al tiempo que comparten con sus
hijos.
Estimulación temprana de los bebés
1. Respetar el tiempo de respuesta de tu hijo. Elige un
momento tranquilo para jugar con él. Evita jugar con tu hijo cuando notes que
él está cansado y sobrecargarlo de tareas y de estímulos.
2. Elije objetos agradables al tacto, al oído, al paladar, y
que sean, claro, seguros.
3. Los juegos deben ir acompañados por canciones, palabras y
sonrisas. De cariño y dulzura, también.
4. El juego tiene que ser algo placentero, para los dos.
5. Aprovecha el momento del baño para dar un masaje a tu
hijo.
6. Usa la música mientras llevas a tu hijo en el coche o en
casa.
7. Enseña libros a tu hijo. Si es un bebé, hay libros de
tela, de plástico, con olores y distintas texturas.
8. Cuenta cuentos a tu hijo antes de dormir.
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