La voz de una madre es única. Pero además, tiene
superpoderes. Es lo que afirma un último estudio científico, que ha sido capaz
de demostrar dos cosas: que la voz de una madre es siempre la favorita de sus
hijos y que además es capaz de ejercer un poder especial sobre sus emociones y
habilidad para comunicarse.
Madre habla con bebé
Es lo primero que escuchamos mucho antes de nacer. La voz de
la madre atraviesa el líquido amniótico y llega hasta nuestro oído con una
dulce sensación de protección. La escuchamos en todas sus versiones: suave,
sutil, melódica, crispante, histriónica... Nos llega como un halago, un grito,
una nana. Es tan personal que un niño sería capaz de reconocerla sin dudar
entre muchas otras voces.
Sí, hasta ahora sabíamos que la voz de la madre es especial.
Pero un estudio, elaborado por científicos de la Escuela de Medicina de la
Universidad de Stanford, en Palo Alto (California, Estados Unidos), va más
allá. Ha conseguido demostrar que la voz de la madre tiene todos estos poderes:
1. Ejerce más poder que ninguna otra. El cerebro del niño se
compromete más con la voz de su madre. Es decir: la voz de la madre ejerce más
influencia sobre su hijo. Lo que diga tiene mucha más repercusión que lo que le
diga cualquier otra persona.
2. Influye en la capacidad de comunicación de su hijo. La
voz de la madre también activa la región del cerebro de reconocimiento
lingüístico. Sin duda, es la gran maestra a la hora de enseñar a hablar al
niño. Pero además es una gran maestra a la hora del desarrollo de la
comunicación social.
3. Mejora la autoestima. Otra de las zonas del cerebro que
reaccionan ante la voz de la madre es aquella que aporta información de uno
mismo. Todo lo que su madre diga de su hijo tiene especial incidencia en la
forma en la que el niño se ve a sí mismo. De ahí que pueda tener un poder
especial para apoyar a su hijo y aumentar su autoestima.
4. Es el principal apoyo emocional. Las zonas del cerebro
más activas al escuchar la voz de la madre son las que manejan las emociones.
De ahí que tenga especial influencia sobre le desarrollo de la inteligencia
emocional de su hijo.
5. Beneficia la memoria. La voz de una madre hace que se
active también la zona del cerebro de reconocimiento facial. Ayuda a recordar
rasgos y gestos e incentiva el desarrollo de la memoria.
El cerebro del niño muestra más actividad ante la voz de la
madre
En este experimento participaron una treintena de niños de
entre 7 y 12 años. Un 97% reconoció la
voz de su madre entre muchas otras. Mediante resonancia magnética se detectó la
actividad en su cerebro al escuchar la voz de su madre. Cada vez que oían a su
madre hablar, aunque fueran palabras sin sentido, se activaban zonas del
cerebro relacionadas con las emociones, zonas del cerebro que asignan valor a
los estímulos de recompensa y la zona del cerebro que otorga una idea sobre uno
mismo.
La voz de la madre, por lo tanto, incide más que ninguna en
el campo social, emocional y lingüístico de los niños. Los científicos piensan
que puede ser una vía de estudio para aclarar qué ocurre en el caso de los
niños con problemas comunicativos, como es el caso de los niños autistas.
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